EL MATRIMONIO INFANTIL EN MÉXICO: URGE GARANTIZAR LA SALUD Y LA ESTABILIDAD DE LA NIÑEZ MEXICANA
Información / Lic. Francisco Javier Rodríguez
CINPE NOTICIAS/ Jurídico y Redacción
Durante el 2015 se registraron más de 35 mil matrimonios infantiles; 4 de cada 5 contrayentes tenían entre 10 y 15 años de edad y sus parejas superaban los 17 años; más de 1600 eran niñas menores de 15 años y sus parejas mayores de 30 años.
Con independencia de la edad mínima que exijan los distintos Códigos Civiles vigentes en la República Mexicana para contraer matrimonio, la práctica del matrimonio infantil ha aumentado drásticamente en México desde el año 2010, pues desde ese año la edad de los contrayentes oscila entre los 12 y 14 años de edad.
Ante esas cifras, los estados de Baja California, Chihuahua, Guerrero, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro y Tabasco autorizan la celebración válida del matrimonio entre personas menores de 18 años, y resulta que el texto de los Códigos Civiles vigentes en esos estados contravienen los postulados del Código Civil Federal en cuanto a los requisitos para contraer matrimonio. En ese contexto, la Cámara de Diputados aprobó una serie de reformas que prohíben la celebración de matrimonio antes de los 18 años, y que el Senado no ha ratificado desde el año pasado.
Esta práctica resulta contraria a la integridad física y emocional de nuestros niños y adolescentes, pues entorpece las vivencias, experiencias y el desarrollo físico y emocional cuya maduración se alcanza con el paso del tiempo, nunca de manera anticipada por la celebración de un matrimonio que por razones de estabilidad emocional está reservado para personas mayores de edad. En el peor de los casos, algunos sectores de la sociedad mexicana opinan que ésta es una práctica machista y que también puede ocultar casos de pederastia. Es por todos esos motivos que los jueces de lo familiar, padres de familia, tutores y demás autoridades involucrados con la niñez tomen las medidas preventivas y, en su caso, coercitivas para frenar esta práctica aún vigente en México.
LA ASAMBLEA GENERAL CONSTITUYENTE: EL ÙLTIMO RESPIRO DEL RÈGIMEN BOLIVARIANO
INFORMACION /Lic. Francisco Javier Rodríguez
CINPE NOTICIAS /Jurídico y Redacción
Dentro del marco del día del trabajo, el pasado primero de mayo el presidente Nicolás Maduro convocó a la celebración de la Asamblea General Constituyente como la mejor manera de terminar con la crisis política y económica que ha padecido Venezuela desde la muerte de Hugo Chávez. La celebración de esa asamblea fue programada tentativamente para el próximo treinta de julio del año en curso.
¿Qué es la Asamblea General Constituyente? Según el artículo 327 de la actual Constitución de Venezuela, la Asamblea General Constituyente, es el medio soberano con que cuenta el pueblo venezolano para transformar el Estado, crear un nuevo régimen jurídico y redactar una nueva constitución.
El día de la celebración de la Constituyente se elegirán entre 200 y 250 asambleístas constituyentes quienes formarán un “Congresillo” que será el órgano encargado de redactar el nuevo texto constitucional y éste será eventualmente aprobado por el pueblo de Venezuela.
Desde su anuncio oficial el pasado primero de mayo, la asamblea originaria venezolana se ha convertido en un parteaguas entre la población de nuestro país hermano, pues ésta es el medio idóneo o para perpetuar el actual régimen bolivariano o, en su caso, para transformar verdaderamente a Venezuela.
Nicolás Maduro ha referido en varias ocasiones que esta es la mejor manera de acabar con la violencia entre los venezolanos; que la convocatoria a la Constituyente es una muestra de solidaridad del gobierno para con su pueblo. Sin embargo, la oposición afirma que esa convocatoria está llena de vicios, y que de antemano ha sido manipulada por el régimen para confirmar su permanencia en el poder de manera indefinida. En ese sentido, la oposición, o la derecha como la llama Maduro, ha hecho una extensa campaña en todos los rincones de Venezuela para derrocar al régimen bolivariano por medio de la estrategia “calle y voto”, es decir, la oposición convoca a todos los venezolanos para que salgan a las calles a exigir la celebración de la Constituyente de manera democrática e incluyente de todas la voces del pueblo, y el voto es el segundo instrumento con que cuenta el pueblo venezolano para hacer valer su oposición contra el régimen de Maduro en esa asamblea originaria.
Parece que la estrategia ciudadana “calle y voto” ha logrado despertar consciencia en Venezuela, pues el día de hoy el presidente Maduro ha hecho un llamado a su
pueblo a efecto de instalar “mesas de diálogo político” a nivel nacional y exhorta a la oposición con miras a lograr acuerdos políticos de alcance general, y de darse estos acuerdos, se procedería a suspender la celebración de la Asamblea Constituyente.
Además de la presión del pueblo venezolano hay un factor que seguramente ha influido en el ánimo de Maduro para desistirse de la Constituyente: el presidente Trump ha manifestado abiertamente que si el presidente venezolano celebra la Constituyente, impondrá sanciones económicas consistentes en el aseguramiento del petróleo de Venezuela.
La crisis venezolana está próxima a llegar a su clímax, y como decimos en México, el presiente Maduro “siente pasos en la azotea”. El próximo treinta de julio nos dejará ver hasta dónde puede permanecer en el poder el actual gobierno venezolano en vista de todos y cada uno de los factores que han influido en esa moribunda permanencia.
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